Hola a tod@s. Hoy os cuento una curiosidad.

Tengo la costumbre de ir fijándome en las fachadas de los edificios. Su arquitectura y apariencia, su limpieza visual, la armonía que guardan con el conjunto de residenciales …

El caso es que después de haberlo visto muchísimas veces, he caído en la cuenta de que nunca os había hablado de la importancia de tener un balcón en nuestro hogar.

Si, un balcón, terraza, mirador, palco … cualquier espacio por muy pequeño que nos parezca, que nos acerque la naturaleza a casa y nos mantenga en contacto con el exterior. Algo, que en los últimos tiempos, se ha convertido de vital importancia.

Como os decía, mirando los edificios me di cuenta que la mayoría de las personas utilizamos este habitáculo como trastero o pequeño almacén. Podemos encontrar cosas tan dispares como una torre de botellas de agua, bicicletas, el carro de la compra, la tabla de planchar, zapatos, miles de juguetes estropeados y que ya no se utilizan … Un sinfín de artículos a los que muy seguramente podremos encontrar un lugar dentro de casa y, la mayoría de las veces, en ese momento de organización, nos daremos cuenta que hemos estado guardando tal o cual cosa sin ningún motivo aparente.

A todos nos brillan los ojos de ilusión cuando vemos esas fantásticas casas con jardín, decorados hasta el más mínimo detalle y pensados únicamente para el descanso y el esparcimiento.

Así pues, ¿qué estamos esperando?

Convirtamos nuestro «trastero/balcón» en un espacio del que podamos disfrutar, manteniéndonos en contacto con el exterior, dedicandonos al relax.

Y, para ello, no hay más que tener una actitud positiva, empoderarnos para vencer al desapego, y ser sinceros con nosotros mismos a la hora de organizar dicha estancia.

Como siempre digo, mi ecuación ganadora: Organizar + Decorar = Éxito

Así que una vez hayamos destinado un lugar para los imprescindibles y nos hayamos desprendido de las cosas que no necesitamos, sólo tendremos que dar rienda suelta a nuestra imaginación y decorar esta zona con nuestro estilo y teniendo en cuenta nuestras necesidades.

Creedme, la inversión será mínima.

Bastará con unos confortables asientos, bonitos textiles, una mesita auxiliar … y completar el proyecto con unas aromáticas plantas naturales.

Hay mil opciones diferentes: Mobiliario multifuncional como unos puff,(que podremos utilizarlos como asientos o mesita auxiliar), Un coqueto y compacto conjunto de sillas y mesa para el café, Reutilizar durante todo el año las tumbonas de la playa … incluso puedes convertir unos paneles, repletos de cojines y almohadones, en el atrezo perfecto para una zona chill out.

Existen multitud de opciones. Aquí os he dejado algunas ideas pero, por supuesto, si queréis un poco de asesoramiento o preferís dejarlo en mis manos, estaré encantada de ayudaros.

Por cierto, si después de organizar vuestro balcón, seguís teniendo problemas para reubicar dentro de casa algunos de los imprescindibles. Tranquilos, existen unas fantásticas estanterías con rieles, de diferentes alturas, anchos y colores, que se convertirán en el complemento perfecto para guardar todo lo necesario y colocar algún elemento decorativo que complete vuestro diseño.

¡Ánimo y a por vuestro jardín del Edén!