Muy buenos días a tod@s. Hoy me he levantado con la firme intención de eliminar, o más bien, desmitificar una tendencia decorativa que nos da muuuuucho trabajo.
Lo siento por aquellas tiendas y grandes superficies que dedican parte de sus instalaciones a la venta y exposición de estas soluciones de almacenamiento, pero me debo a mis seguidores y no puedo pasarlo por alto. Y, ¿De qué estamos hablando?

Por favor, ¡LIBERAD VUESTRAS COCINAS!!

Olvidaos de esas encimeras repletas de pequeños electrodomésticos, juegos de tazas, plantas e incluso objetos simplemente decorativos.
NO, NO y NO.

Pero, con ello no quiero decir que tengáis que colocar preciosas repisas de revista y rellenarlas con la vajilla, la cristalería de ocasión, los botes de especias o cualquier cosa que os parezca que queda muy resultón.
Lo siento chic@s. Sí, es cierto que queda muy estético pero no podemos olvidar que, por muy «sanos» que nos alimentemos, esas estanterías terminarán recogiendo las partículas de grasas y aceites que flotan en el aire cuando cocinamos . Por no hablar de esas molestas salpicaduras.
Vamos, que al final tendremos tazas de café perfectamente dispuestas en preciosas repisas, pero estarán pringosas y además se les habrá pegado el poco o mucho polvo que entre por la ventana. ¿Creéis que soy muy exagerada?

Creedme, os ahorrareis tiempo y dinero si eliminais de las paredes no solo esas estanterías que dejan todo al aire, también el típico sujeta rollo de papel y film, los ganchos para el juego de espumadera, el cazo … el colador …
Por experiencia os lo digo, si pensáis que todo eso no os va a caber en los cajones y muebles al uso, es porque tenéis objetos de más, es decir, artículos que realmente no utilizáis ( tuppers sin tapaderas, docenas de tazas y tazones …) o bien dichos objetos no están dispuestos aprovechando al máximo el espacio que ocupan.
Venga, confiad en mí, todos sabemos que guardamos y guardamos e incluso tenemos un «cajón desastre» con un montón de objetos que no encuentran su lugar y terminan allí después de haber estado deambulando por la casa.

Animaos, empoderaos y haced frente a esos muebles y cajones. Dejad solo aquello que verdaderamente necesitéis, aquello que os sea útil. Y veréis como queda espacio para guardar todo aquello que antes cubría vuestras paredes y encimeras.
Bueno, casi todo, porque hay una salvedad. Una licencia que me permito, porque además de ser un objeto muy decorativo pienso que es la encimera/pared el lugar más seguro para albergarlos. Os hablo del típico juego de cuchillos.
La verdad es que dentro de un cajón ocupan mucho espacio (porque suelen ser bastante largos) y personalmente pienso que con las prisas que normalmente llevamos todos, es mejor tener controlados y a buen recaudo estos afilados objetos.

Así que, nada más chic@s, espero que llevéis a cabo esta pequeña reforma y que disfrutéis del tiempo libre que os va a quedar cuando tengáis todo dispuesto en su lugar.

Porque creedme, vais a ganar tiempo.

¡¡TIEMPO DE OCIO!!

Y, por supuesto, si preferís dedicaros a otras tareas, recordad que siempre que la distancia nos lo permita, podéis contar conmigo y mis servicios como organizadora profesional.